-¿Y ellos? ¿Qué hacen ellos? Planean un futuro ideal, un lugar concreto, un diálogo de cine o de cuento. Elaboran una lista que cumplir, una roca que escalar hasta alcanzar sus expectativas. Calculan las fórmulas para cumplirlo, manejan el barco siguiendo el mapa. Temen encontrarse a monstruos en sus sueños y se esconden debajo de las sábanas. Y cuando tienen pesadillas… huyen, huyen como cobardes.
-Yo… Yo soy consciente de que los monstruos existen, y que por cerrar los ojos no van a desaparecer, pero, ¿sabes? Me desharé de ellos.
Paseo por el bosque sin saber si me encontraré al lobo al final del camino o si aparecerá un príncipe a salvarme. Que decidí ahogar el mapa, y que rompí el inventario. Hace tiempo dejé que las hormigas recorrieran mi sistema nervioso y no recuerdo cuando fue la última vez que me abracé a la almohada por miedo a equivocarme.
Dime tú, que no te guardas la guía en el bolsillo y que no tienes un esquema preparado.
Que caminamos improvisando.